El director nacional de Gestión Territorial del MIDES, Mauricio Guarinoni, destacó la importancia de un proyecto de ley presentado ante el Parlamento que legisla las viviendas abandonadas incorporando una normativa reguladora de las casi de 53.000 viviendas —entre “vacantes” y “ruinosas”— que hay en todo el país. La nueva realidad social del Uruguay hace que se incrementen exponencialmente sus necesidades habitacionales.
En diálogo con la Secretaría de Comunicación, Mauricio Guarinoni explicó que se pretende posicionar al país al nivel internacional de la nueva legislación sobre la propiedad privada, para que la organización interna de los espacios urbanos facilite la cohesión sociocultural de las comunidades, asegurando para todos los ciudadanos el acceso a la centralidad, la movilidad y a mantener su residencia en el lugar donde tienen sus relaciones sociales.
"En el contexto actual, nacional e internacional, se valora cada vez más el suelo urbano y la sociedad misma reclama instrumentos para los que están inutilizados", dijo Guarinoni. "Una ciudad planificada con un uso eficiente de su territorio evitará los costos que provoca la extensión innecesaria de servicios: electricidad, saneamiento, seguridad o educación", agregó.
"Para hacer frente a esta situación es necesario legislar —subrayó el jerarca— aportando todas las garantías, como ser la previa inspección ocular del juez y otorgarle al propietario la oportunidad de reivindicar la propiedad, para lo cual tendrá un plazo de doce meses, luego de haber sido intimado por la autoridad".
Guarinoni recordó que antiguamente la propiedad era concebida en función del interés individual del propietario y con la nueva Ley de Ordenamiento Territorial aprobada en 2008, presupone la preeminencia de la función social de la propiedad privada. “Se le establecieron deberes al propietario”, añadió.
Asimismo, el director aclaró que no se trata de un proyecto expropiatorio ya que la expropiación no tiene en cuenta la voluntad del propietario. En este caso se legisla sobre el consentimiento tácito del propietario por lo cual toma en cuenta su voluntad y le atribuye efectos jurídicos.
Antecedentes del proyecto de ley
El último censo nacional creó la categoría de “vivienda vacante” que incluye a las que se encontraban sin residentes al momento del censo y no calificaban en las demás categorías existentes (de uso temporal, ruinosas, en construcción, reparación, ofertadas en alquiler o venta). Se contabilizaron en todo el país, cerca de 43.000 viviendas en esta condición, que además, no se adecuan a ninguna legislación existente.
El último censo nacional creó la categoría de “vivienda vacante” que incluye a las que se encontraban sin residentes al momento del censo y no calificaban en las demás categorías existentes (de uso temporal, ruinosas, en construcción, reparación, ofertadas en alquiler o venta). Se contabilizaron en todo el país, cerca de 43.000 viviendas en esta condición, que además, no se adecuan a ninguna legislación existente.
Por este motivo, se decidió elaborar este proyecto de ley que se presentó ante el Parlamento por primera vez en el año 2012 y luego de algunas modificaciones volvió a ser presentado en 2014. Actualmente está bajo la órbita de la Comisión de Vivienda de Diputados.
A las 43.000 viviendas vacantes, se les debe sumar otras 10.000 que están en estado ruinoso e inhabitable —también detectadas por el censo—, y para las cuales este proyecto de ley pretende comprobar una presunción simple de abandono, una vez declarada la ruina.
De estas viviendas vacantes el 77 % son casas, un 7 % edificios en altura con ascensor e igual proporción edificios sin ascensor, 6 % apartamentos de unas sola planta y 3 % locales no construidos para vivienda.
Más hogares con menos integrantes
En Uruguay aumenta cada vez más el número de hogares, pero compuestos por menos integrantes, ya que los jóvenes se emancipan antes, crecen los hogares monoparentales, los divorcios o separaciones aumentan la autonomía residencial de los adultos mayores.
En Uruguay aumenta cada vez más el número de hogares, pero compuestos por menos integrantes, ya que los jóvenes se emancipan antes, crecen los hogares monoparentales, los divorcios o separaciones aumentan la autonomía residencial de los adultos mayores.
Los ciclos familiares cambian y la tendencia es que siga bajando el crecimiento de la población, pero que se incremente la necesidad de vivienda en todos los sectores sociales, informó Guarinoni. “Estamos hablando de que Uruguay se posiciona en una situación compleja en los próximos años y necesitará mejorar la oferta de vivienda disponible”.
Actualmente se estima que la necesidad de vivienda en Uruguay oscila entre las 50 y 55.000 unidades y se proyecta que para el año 2020 esos números asciendan a 80.000. “Es fundamental priorizar políticamente esta situación porque es un tema muy importante que estará en la agenda de estos próximos años”, concluyó el jerarca.
FUENTES
- PRESIDENCIA DE URUGUAY
- ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN URUGUAY Y EL MUNDO? RADIOS DE AM Y FM, TV DIARIOS Y PORTALES DEL MUNDO
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