El Plan Ceibal se fundamenta en la equidad, facilita tecnología al sistema educativo y ayuda al mejor aprovechamiento de ese recurso a través de diversos programas y plataformas, según explicó Fiorella Haim, gerenta general del programa. Desde 2007, la brecha digital, tanto en el acceso a computadoras como en los usos de Internet entre los niños de los quintiles de menores y mayores ingresos, se redujo prácticamente a cero.
Ceibal se concretó en tres etapas: en la inicial fue necesario el despliegue de una tecnología a la que muy pocas personas accedían; en la segunda, de 2007 a 2009, la iniciativa llegó a todos los escolares mediante la entrega de computadoras; luego, incorporó a estudiantes de enseñanza secundaria y docentes.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística sobre el acceso a las computadoras en los hogares, divididos por quintil de ingresos, en 2007 no había una distribución equitativa; en particular, en el quintil de menores ingresos en el grupo de edad de entre 6 y 13 años, solo un 9 % poseía una computadora, mientras que en el quintil más alto el acceso era un 90 %. Por ello, el plan implicó una significativa distribución de tecnología. Finalizó las entregas en 2009, en Montevideo, tras haber efectuado lo mismo en los demás departamentos.
En 2016, más del 90 % de los niños tenían acceso a una computadora en su hogar, sin importar el quintil de ingresos en el que se encontraran. Actualmente, la cifra de dispositivos totaliza más de 790.000, sumados beneficiarios y exbeneficiarios. “Haber entregado computadoras, tabletas, laptops a los niños redujo la brecha que existía”, sintetizó la funcionaria.
Por otra parte, más de 1.400 centros educativos están conectados a través de fibra óptica, lo que permite ventajas superiores en el acceso a la red y facilita el desarrollo de proyectos con alta conectividad. El 100 % de los centros educativos públicos cuenta con conectividad inalámbrica (wifi) y acceso a Internet para más de 120.000 estudiantes por turno.
Innovación en prácticas educativas
En una segunda etapa, los logros tuvieron que ver con el desarrollo de las múltiples plataformas que permitieron ahondar en el conocimiento y en el uso de la tecnología. “Nos fuimos adaptando en estos 10 años a los requerimientos que tiene el sistema educativo a fin de poder darles las mejores soluciones tecnológicas para que puedan profundizar los aprendizajes”, expresó Haim.
En una segunda etapa, los logros tuvieron que ver con el desarrollo de las múltiples plataformas que permitieron ahondar en el conocimiento y en el uso de la tecnología. “Nos fuimos adaptando en estos 10 años a los requerimientos que tiene el sistema educativo a fin de poder darles las mejores soluciones tecnológicas para que puedan profundizar los aprendizajes”, expresó Haim.
Contar con infraestructura de videoconferencias permitió que el 73 % de los estudiantes aprendiera inglés a distancia y que el 64 % de los estudiantes egresara de primaria con nivel A2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Ceibal en Inglés brinda clases a unos 80.000 niños que de otra manera no estarían aprendiendo ese idioma.
Por otra parte, unos 352 liceos y centros de UTU participan del programa Laboratorios de Tecnologías Digitales, que desarrolla proyectos de robótica, programación y modelado en tres dimensiones. Para ello, el Plan Ceibal entregó 86 impresoras 3D a centros de educación media. A su vez, unos 1.000 jóvenes de entre 17 y 26 años se capacitan en lenguajes de programación a través de Jóvenes a Programar.
En 2016, la plataforma PAM contó con 40 millones de actividades para la práctica en línea de matemáticas. Asimismo, 200.000 usuarios utilizaron la plataforma CREA a diario para gestionar el aula, presentar tareas y realizar evaluaciones en Internet, entre otras funciones, y unos 4.200 docentes y estudiantes participaron de los cursos en línea (MOOC) de programación, mayormente orientados a animación y software de videojuegos.
A su vez, la Biblioteca Ceibal también es un programa que busca la equidad, al ofrecer más de 3.000 libros de texto disponibles en formato digital para todo el sistema educativo. “Contar con suficientes libros en todas las escuelas tendría un costo muy alto para el sistema educativo. Sin embargo, comprar los derechos para tener los libros en formato digital y que estén disponibles para todos es un costo menor y abarcable”, explicó la gerenta general.
Actualmente, los hitos tienen que ver con la forma en que la tecnología se integra en las nuevas prácticas educativas para facilitar el trabajo de los docentes, y buscan generar en los estudiantes capacidades blandas a través de la Red Global de Aprendizaje que se ejecuta en 400 centros educativos (de los cuales 270 son escuelas) y que promueve el desarrollo del pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la gestión de proyectos.
En cuanto a los próximos pasos, una parte del plan se reitera todos los años y está relacionado con la renovación de equipos y la incorporación de dispositivos a las nuevas generaciones. Sin embargo, el gran desafío es acompañar las necesidades del sistema educativo a través del trabajo colaborativo, para lo cual la Red Global de Aprendizajes será clave, porque lo promueve, resolviendo problemas de la vida real. Esto hace que los estudiantes se interesen porque se sienten involucrados con la comunidad.
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