Tras el escándalo de las cuentas en Ginebra, la entidad aceleró su reducción. El eje del negocio global estará en Hong Kong.
En medio del escándalo que sacude al HSBC alrededor del mundo por su rol de facilitador de la fuga de divisas y lavado de dinero, el holding formalizó la decisión de desprenderse de sus operaciones en Brasil y Turquía. La venta de sus depreciados activos estará acompañada por despidos masivos de trabajadores y la mudanza del cuartel general desde Londres hacia Hong Kong. El CEO global de la compañía, Stuart Gulliver, informó ayer que planean despedir hasta 25 mil personas a lo largo de los próximos tres años. “Reconocemos que el mundo ha cambiado y necesitamos cambiar con él”, aseguró el banquero. Desde la filial local aseguraron que las operaciones argentinas no serán afectadas. Con 7000 millones de dólares, los montos depositados por aproximadamente 8700 empresas e individuos brasileños en la sucursal de Ginebra del HSBC Private Bank duplican los fondos provenientes de la Argentina. Brasil es el cuarto país del mundo en número de cuentas y el noveno por la magnitud de las colocaciones.
Mientras tanto, aquí en Buenos Aires y a puertas cerradas, ayer se volvió a reunir la comisión bicameral creada a partir de la denuncia de la AFIP contra el HSBC y los 4040 argentinos con cuentas no declaradas en una sucursal suiza de ese holding, para investigar la fuga de capitales y la evasión impositiva en el país. Los legisladores aprovecharon el encuentro para analizar y sistematizar la información recabada hasta el momento. Ultimaron detalles, además, del viaje que seis miembros del grupo parlamentario realizarán la próxima semana a París, para entrevistarse con Herve Falciani, el ingeniero informático que a finales de 2006 sustrajo los datos de 127 mil cuentas de esa entidad suiza.
El encuentro tendrá lugar el martes 18 de junio en la Asamblea Nacional ubicada en la capital francesa. Se espera que el ex empleado ofrezca detalles sobre los argentinos con cuentas no declaradas y sobre las prácticas de evasión fiscal y ocultamiento de activos atribuidas al holding asiático-británico.
Como sucedió en Argentina, Brasil puso en marcha en marzo una comisión parlamentaria investigadora para analizar los casos de evasión, sobornos, narcotráfico y corrupción vinculados con los fondos sin declarar depositados en la sucursal de Ginebra del HSBC Private Bank. Desde entonces, las versiones sobre la venta de las operaciones del banco en ese país comenzaron a crecer. A pesar de que el esquema macroeconómico brasileño está diseñado para favorecer al sistema financiero, la entidad arrojó un resultado negativo el año pasado. Si bien el holding decidió desprenderse de sus activos en Brasil que representan un 2 por ciento del mercado, su salida no será total: el negocio vinculado a los grandes clientes corporativos seguirá abierto. La prensa del país vecino señaló que entre los interesados en pagar una cifra que ronda los 3000 millones de dólares figuran los bancos Bradesco, Itaú y Santander.
El banco, el mayor de Europa, experimentó una contracción de 15 por ciento de sus beneficios netos en 2014 como consecuencia de las diferentes multas que tuvo que afrontar, sobre todo en Reino Unido y Estados Unidos. A la fuga de Brasil se suma la venta del banco en Turquía. Con el ajuste, el HSBC espera reducir gastos por 5 mil millones de dólares al año. La empresa pretende enfocar sus negocios en Asia.
FUENTES DE PAGINA 12
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