Autoridades de organismos discuten durante la jornada sobre la justicia restaurativa y medidas socioeducativas. La titular del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, Gabriela Fulco, junto al director del INAU, Fernando Rodríguez, abrieron el Seminario “Paradigma: Medidas Socioeducativas No Privativas de Libertad y Mediación”. Participó especialmente invitado el intendente electo de Montevideo, Daniel Martínez.
La presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (SIRPA) dijo que el seminario trabaja por un intercambio que pretende generar reflexión e información sobre los servicios encargados de las penas no privativas de libertad, de acuerdo a lo que estipula el Código de la Niñez y la Adolescencia en su artículo 80.
Fulco destacó que la normativa despliega una serie de medidas que son el claro reflejo de lo que determinan las Reglas de Tokio, a las cuales nuestro país ha suscripto. Todo el personal del servicio de medidas del SIRPA participa efectuando evaluaciones respecto a la marcha del servicio.
"Las medidas alternativas a la privación de libertad son variadas —dijo Fulco— y están establecidas en el artículo 80 del Código del Niño y el Adolescente. Entre otras, destacó la vigilancia asistida y medidas reparatorias hacia la comunidad. "Consideramos que esta es la vía mejor de recuperación desde el punto de vista terapéutico, social y de contacto con la comunidad y reinserción social para los jóvenes que han cometido infracciones.
Según valoró, esto se enmarca en los conceptos y principios de la justicia restaurativa, que se apoya a su vez en asegurar la oportunidad, a aquel que ha infringido la ley, de realizar alguna acción de corte reparatorio hacia la víctima, hacia la sociedad y, consecuentemente, para su proceso de rehabilitación.
Este programa socioeducativo es parte de un proceso de rehabilitación y no implica peculio. Según la titular del SIRPA, se considera que el adolescente que se le ha impuesto una medida alternativa, no privativa de libertad será apoyado por equipos interdisciplinarios que generarán, de alguna manera, un cerco de protección, seguimiento y apoyo para él y su familia y de contacto y restablecimiento de las redes sociales que generalmente han sido perdidas por el camino debido a la infracción penal.
Quienes no cumplen con las medidas impuestas a satisfacción de lo que se prevé, es decir el programa individual y personalizado de esa medida para cada uno, tanto en adultos como en menores deben retornar a la privación de libertad.
Gabriela Fulco señaló que el número de adolescentes que se encuentra en cumplimiento de medidas alternativas es inferior al que se pretende. La tendencia a nivel mundial es desplegar este tipo de programas que han demostrado ser mucho más efectivos en rehabilitación que la privación de libertad. Confirmó, además, que de acuerdo a la evolución dentro del sistema y al programa de rehabilitación y cumplimiento de metas, es posible cambiar de la privación de libertad a medidas alternativas para los adolescentes infractores que hoy están en el SIRPA.
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