El Ministerio de Ganadería proyecta para el quinquenio utilizar 60 millones de pesos en acciones en establecimientos lecheros de pequeña y mediana escala de la cuenca del río Santa Lucía, de donde se extrae agua para potabilizar con destino a 70 % de la población de Uruguay. La meta es disminuir el nivel de fósforo en el suelo y utilizar de mejor forma el manejo de efluentes de tambos para prevenir erosión y contaminación.
Pie de foto:La actividad lechera en foco de preocupación ambiental del Ministerio de Ganadería
“La segunda fase de la línea de intensificación sostenible en planes de suelos se relaciona con los planes de lechería para controlar la erosión a través de dos variables: el nivel de fósforo en el suelo y el manejo de efluentes de tambos”, explicó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, en oportunidad de dialogar con la Comisión de Hacienda del Parlamento para defender el capítulo de la cartera a su cargo en el proyecto de ley de Presupuesto Nacional.
Sobre los tambos, señaló que debe haber un manejo racional para que las deposiciones de los vacunos cuando van al tambo, mezcladas con el agua que se usa para el lavado del lugar de ordeñe, pues no deben terminar contaminando los cursos de agua menores y mayores. “Se debe transformar un pasivo ambiental, que es un efluente, en un activo nutricional”, remarcó.
En ese orden, Aguerre precisó que la cuenca del Santa Lucía es donde se asienta la mayor concentración de producción lechera del país, que coinciden con los cursos de agua que alimentan la red de suministro potable para 70 % de los 3,3 millones de uruguayos.
“El artículo 268 implica un aumento del crédito presupuestal para ejecutar recursos que están disponibles por parte del proyecto convenido con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo”, indicó.
“Ambos proyectos están en ejecución y terminarán en 2017 y 2018, pero aún quedan 60 millones de pesos de ese financiamiento por utilizar exclusivamente con pequeños y medianos productores lecheros de la cuenca del Santa Lucía”, indició el secretario de Estado, quien acotó que la Dirección General de Desarrollo Rural es el área competente en la materia.
En su oratoria ante los parlamentarios, el ministro dijo que los datos del Sistema Nacional de Información Agropecuaria permiten identificar los diversos sistemas productivos, distribuyéndolo en la cuenca y aplicando lo que se denomina una matriz de riesgo geográfico y ambiental.
Es que no conlleva el mismo riesgo un tambo ubicado a 10 kilómetros de un curso de agua que otro a 700 metros o uno que está arriba de un suelo arenoso que otro sobre suelo arcilloso, de la misma manera que no tiene el mismo riesgo uno de 2.000 vacas que uno de 50.
“Lo que tenemos que hacer, hablando en criollo, es que la bosta que en una vaca (productora) de carne quedaría en el potrero y que en una de leche termina en el hormigón de la sala de ordeñe, vuelva al sistema productivo pastoril”, explicó.
Todas las prácticas sobre manejo de efluentes están relacionadas con las 11 medidas que se aplican junto al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, subrayó.
“Quiero destacar que la problemática del río Santa Lucía no es producto de la intensificación productiva de los últimos 10 años, sino que, en buena medida, tiene que ver con la historia de 120 años de agricultura en la cuenca. Por lo tanto, prevenir erosión es prevenir calidad de agua”, puntualizó.
“Es una de las tecnologías que se están aplicando con pequeños y medianos productores, que es juntar los efluentes de los tambos y distribuirlos para transformarlos en fertilizantes”, opinó.
Aguerre señaló que la influencia de los niveles de fósforo lábil, que terminan aumentando la concentración de este elemento en los cursos de agua, genera procesos de eutrofización por la proliferación de algas que determinan los problemas de público conocimiento.
Por tanto se debe reforzar el control de los niveles de dicha sustancia en el suelo”, reconoció el jerarca.
Datos numéricos El aérea de fiscalización en la cuenca abarca 19.122 hectáreas, de las cuales este año van fiscalizadas 9.247. De las mismas, en nueve casos fueron sancionados por no respetar la distancia a fuentes superficiales y uno por cultivo de soja en zona inundable.
En referencia al bosque nativo y plantaciones, sostuvo que desde 1987 existe un promedio de 70 expedientes por año que implican control de corte, transporte y tenencia de productos.
También existen seis casos omisos que representan una superficie de 1.019 hectáreas. Entre 2010-2014 se han aplicado multas por 988.000 dólares, 80 % de los cuales se ha cobrado.
“Voy a decir solo las iniciales para no lesionar ninguna sensibilidad: Philip Morris”, señaló contundente el Presidente Tabaré Vázquez, al abordar en su discurso en la Asamblea General de ONU que esa transnacional demanda a Uruguay por aplicar políticas en favor de la salud de su población. Añadió que “nuestro país sufre” esta situación porque esa empresa trata de que “otros estados no sigan nuestro camino contra el tabaco”.
Más allá de su experiencia como médico, Vázquez afirmó que como gobernante tiene claro que “la salud pública es un componente esencial de la soberanía de las naciones, un derecho de las personas, un factor de desarrollo de las sociedades y una responsabilidad ineludible de los Estados”.
“Esa tarea no debiera tener fronteras de ningún tipo pues la problemática que la motiva tampoco las tiene, ni siquiera las reconoce”, sostuvo.
Explicó que Uruguay considera “indispensable integrar el abordaje del tabaco y el alcohol a las políticas de drogas. “No es sencillo, pero es posible regular estos mercados sin el dogmatismo prohibicionista, respetando los derechos de las personas y acorde a la salud pública como factor de soberanía de los Estados y progreso de la sociedad”.
“Sobre todo la lucha contra el tabaquismo, y contra su vector que en este caso no son los mosquitos, o las aves, o las ratas, es la industria multinacional tabacalera”, alegó. "Es la única que mata a sus clientes", acentuó.
Uruguay es líder mundial en la instrumentación del Convenio Marco del Control del Tabaco, cuenta con una ley de Control y Regulación del Cannabis e instrumenta el control del alcoholismo, detalló el mandatario.
“Sobre cooperación internacional no partimos de cero”, dijo, pero subrayó que sin "voluntad política" no se puede avanzar por más abundantes que sean los recursos humanos, materiales y financieros.
“La voluntad política, más que un dilema ideológico, es una cuestión ética”, sustentó.
“No es ético que en algunas circunstancias, tribunales de organismos multinacionales, puedan priorizar aspectos comerciales a la defensa de un derecho humano fundamental como es la salud y la vida”, sentenció.
“Y esto sufre Uruguay”, recalcó, al tiempo que denunció a una poderosa empresa tabacalera transnacional que presentó una demanda a Uruguay por aplicar el marco de control de tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud”. Y mencionó a la empresa con ironía: “Voy a decir solo las iniciales para no lesionar ninguna sensibilidad: Philip Morris”.
Desde su punto de vista, “Uruguay sufre esta situación no solamente por castigo” sino porque esa empresa trata de que “otros países no sigan el camino que el nuestro ha tomado contra el tabaco y a favor de generar mayor calidad de vida a la población”.
Aseguró que, según cálculos, el cáncer cuesta anualmente a América Latina unos 4.500 millones de dólares anuales. “Puede resultar antipático mencionar este aspecto, pero es parte de una realidad que hay que transformar”, puntualizó.
Se calcula que para 2030 un millón de latinoamericanos morirán anualmente de cáncer y más de 7.000.000 a nivel mundial.
En este punto recordó que esa “es una enfermedad prevenible y, que diagnosticada a tiempo y tratada adecuadamente, es curable”. Pero en caso que se siga como hasta ahora, “va a matar a más personas que la segunda Guerra Mundial (1939-1945)”, alertó.
“Estamos ante una brutal pandemia, como nunca antes la humanidad conoció”, aseveró, tras enfatizar que “la vida vale, no tiene precio”.
Acceda al discurso del Presidente Tabaré Vázquez en la 70° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, del 29 de setiembre de 2015.
Vázquez abogó por rápido desbloqueo a Cuba y que siga diálogo entre Colombia y Venezuela
En su discurso en la 70° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, el Presidente Tabaré Vázquez, expresó la voluntad del Uruguay a favor de agilizar el desbloqueo comercial que Estados Unidos ejerce contra Cuba, que tiene más de medio siglo. También comprometió la disposición de Uruguay para superar la tensión fronteriza entre Colombia y Venezuela mediante el diálogo franco y pacífico en curso.
En su intervención, el Presidente Tabaré Vázquez destacó el comienzo del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba como un proceso indispensable para el normal funcionamiento de la relación bilateral y reconoció la complejidad del diálogo, que reinició luego de medio siglo.
“Saludamos este proceso y confiamos especialmente en lo que constituye un elemento clave para el mismo: el cese del bloqueo económico comercial y financiero impuesto a Cuba hace más de 50 años por el gobierno de Estados Unidos”, precisó.
En este sentido, el Presidente uruguayo aseguró que Uruguay votará afirmativamente el proyecto de resolución que finaliza con el embargo mencionado. “Ojalá esta la última vez que la Asamblea General de ONU tenga que expedirse sobre este asunto”.
En otro orden, Vázquez mencionó la tensión que existe en la frontera entre Colombia y Venezuela y apeló al diálogo franco entre ambos países para superar la situación cuyos principales damnificados son los respectivos pueblos y principalmente sus sectores más desprotegidos.
Al respecto, apoyó el diálogo efectuado entre las dos partes en los últimos días y colocó al Uruguay a las órdenes para cooperar con la situación. “Uruguay no es omnipotente ni pretende ser omnipresente ni infalible, pero tampoco es indiferente”, sostuvo.
El Presidente de la República, Tabaré Vázquez, enfatizó en la ONU la importancia de solucionar el drama del desplazamiento forzado de personas que sufren muchos habitantes del planeta. “Uruguay, como nación nutrida por la inmigración y como pueblo que recibió la solidaridad internacional cuando lo necesitó, se suma a ese deber inexcusable”, dijo. Agregó que esa tragedia avergüenza y que se debe atacar a sus motivos.
Las imágenes de un niño sirio refugiado fallecido sobre las costas de Turquía sirvió al Presidente Vázquez para comenzar su discurso de alerta sobre el drama del éxodo mundial ante la 70.ª Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Frente a los representantes de los 193 países miembros del foro mundial, llamó a actuar con medidas de largo plazo para encontrar soluciones políticas a la problemática.
“Es imperioso evitar que esta tragedia se repita, pero también es necesario enfrentar las causas que la motivaron”, dijo el Presidente, quien explicó que la prevención de las migraciones forzadas implican respetar todos los derechos humanos, reconocer a los demás como un semejante, apostar a la democracia como forma de gobierno y como estado de la sociedad, así como educar para una vida digna.
Además rechazó todo tipo de terrorismo y discriminación como forma de evitar este problema. “Prevenir es pensar con audacia y actuar con sensatez en función de las generaciones venideras, pero, como no hay futuro sin presente, también es pensar y actuar en función de nuestras esperanzas, necesidades y posibilidades”, enfatizó.
Al comienzo de su alocución, Vázquez subrayó que Uruguay se comprometerá con las metas de la Agenda para el Desarrollo Sostenible post 2015 y reconoció la tarea por alcanzar las Metas del Milenio suscritas por 189 países que, si bien fueron completadas a diferentes ritmos, significó un avance significativo a nivel global por alcanzar metas de desarrollo social comunes.
También mencionó tres puntos de la Carta Constitutiva de la ONU, donde se indica el compromiso de la organización por “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”, “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre” y “crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y otras fuentes de derecho internacional”.
Vázquez marcó la plena vigencia de los tres puntos que destacó y concluyó que “el auténtico progreso no es que unos pocos vayan adelante y la mayoría quede atrás, sino avanzar juntos sin que nadie se rezague”.